El asiento, reclinable hasta 180 grados, se transforma en una cama totalmente plana de dos metros y 7 centímetros. En la Terminal 4 del madrileño aeropuerto, un sillón de espera fue reemplazado por el nuevo asiento de KLM. Cuando los viajeros desprevenidos se sentaban en él, el asiento se reclinaba gracias a un control remoto manejado por KLM. Muchos pasajeros probaron el asiento pero no se atrevieron a reclinarse, hasta la llegada de una viajera que fue premiada con dos billetes World Business Class a cualquier destino de la red de KLM.
Este nuevo asiento ha sido incorporado a bordo de los Boeing 747-400 de KLM y actualmente se está incorporando en los Boeing 777-200. Los asientos se han colocado en la cabina de manera que garantizan la máxima privacidad a los pasajeros. Además, los clientes pueden disfrutar de la pantalla individual más grande en el mercado, de 16 pulgadas, operada con un mando a distancia con pantalla táctil. Hella Jongerius, la diseñadora holandesa de la World Business Class de KLM, ha enfocado su diseño en la sencillez y la relajación.