Esta intervención pone fin a un largo periodo de inactividad
El alcalde de Toledo, Carlos Velázquez, presentó este jueves la intervención, que pone fin a un largo periodo de inactividad y malestar ciudadano, con los ascensores del complejo fuera de servicio desde hace dos años. Según el regidor, esta actuación resuelve definitivamente los problemas estructurales derivados de “vicios ocultos” en la construcción del edificio, cuya responsabilidad ha sido objeto de controversia entre el Ayuntamiento y la constructora original.
Velázquez defendió la prudencia del equipo de Gobierno al no actuar sin base técnica sólida: “No podíamos ir a la ligera ni a lo loco porque eso era ir en contra de los intereses del Ayuntamiento”. Añadió que, gracias a informes técnicos previos, se ha podido intervenir con garantías, subrayando que “esto es gobernar con responsabilidad y actuando”.
La intervención, según fuentes municipales, supone cerrar un conflicto prolongado con la empresa constructora, al tratarse de defectos en la ejecución original de la obra. El objetivo es restaurar completamente la funcionalidad del remonte mecánico y los ascensores, elementos clave para la accesibilidad y operatividad del Palacio de Congresos.
Diseñado por los prestigiosos arquitectos Rafael Moneo y Joan Busquets, el Palacio de Congresos comenzó a construirse a finales de 2003, dentro de un ambicioso proyecto urbanístico para el Miradero. Sin embargo, la infraestructura ha arrastrado sobrecostes y problemas técnicos desde su origen, lo que ha deteriorado su imagen pública.
Con esta actuación, el Ayuntamiento busca no solo resolver un problema técnico y legal, sino también restaurar la confianza en un espacio clave para la proyección cultural y económica de Toledo, que podría recuperar pronto su papel como sede de eventos y congresos.