Miércoles 12 de mayo de 2021
Una de las polémicas más amargas que se han destapado en las últimas fechas es la que provoca la intención del Gobierno de gravar la circulación por las grandes carreteras nacionales, en principio a partir de 2024. No está clara la manera que se utilizará para ello, pero parece claro que no hay vuelta atrás, y que los peajes para autopistas, autovías y principales vías de tráfico rodado serán una realidad. Ahora bien, ¿por qué los autobuses y autocares deberían hacer frente a este sobre coste? Estamos hablando de un servicio público, más aún, de una obligación de servicio público en el caso del regular, sujeta a una concesión administrativa. Y de un servicio esencial para la sociedad, por lo que no tiene demasiado sentido que, además, sus prestatarios tengan que pagar más por llevarlo a cabo.
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