El retraso táctico, una estrategia cada vez más utilizada
"Este verano hemos sido testigos de
una tasa de perturbaciones del espacio aéreo sin precedentes", afirma el
CEO de Flightright, Sebastian Legler, quien alerta que "en comparación con el año pasado, el número de cancelaciones o de retrasos de más de tres horas
casi se ha triplicado en Europa". Según detalla, además de la "avalancha de huelgas", también ha tenido un fuerte impacto las limitaciones de capacidad de los aeropuertos.
"En España, las huelgas de los controladores franceses y del personal de Ryanair tuvieron un impacto más que significativo en el tráfico aéreo; sin olvidar la huelga convocada por el comité de empresa de Iberia en El Prat de Barcelona durante cuatro jornadas en julio y agosto", apunta. Si bien apunta que "las huelgas no fueron las únicas causantes",
señalando directamente a Easyjet y Eurowings por "haber intentado llenar el vacío dejado por otras compañías aéreas como Air Berlin,
sin hacer las inversiones necesarias".
Flightright también ha observado durante el verano una
tendencia cada vez más común entre las compañías aéreas: el retraso táctico. Para evitar reclamaciones, algunas aerolíneas "se conceden a sí mismas un margen; por ejemplo, un Berlín-Burdeos, cuya duración es de unas dos horas, se anuncia con duración estimada de dos horas y 30 minutos", diferencia que puede servir para esquivar las indemnizaciones.