Con ayuda de un grupo de naturalistas y arquitectos, en 1998 se preparó un plan de desarrollo diferente al que estaba planteado
Así, se estipuló que solo se podría edificar un 6% de las más de 1.000 hectáreas que ocupa el terreno, una apuesta por lograr una experiencia vacacional diferente dentro de un concepto eco-chic y lograr la máxima calidad para un turismo inversivo, vivencial y de calidad. La oferta inmobiliaria de Troia Resort a día de hoy es muy amplia, pudiendo escoger desde apartamentos hasta villas para alquiler vacacional o adquisición de propiedades como segunda vivienda.
Dentro de la oferta de villas de Troia Resort hay dos grandes grupos: el primero de ellos está constituido por las Ocean Village, 90 villas ubicadas en una zona destinada al descanso. Todas ellas se encuentran con vistas al mar, rodeadas de espacios verdes, repartidas sobre una superficie de 3,5 hectáreas y con acceso limitado exclusivamente a residentes, familiares y amigos. Por un lado, existen tres tipos de Ocean Village: Land Beach Houses, Light Beach Houses y Time Beach Houses. Todas ellas incluyen vigilancia 24 horas, mantenimiento de jardín, servicio médico y mantenimiento de las zonas comunes. Por otro lado, las Atlantic Villas son proyectos encuadrados en la naturaleza y construidos con materiales respetuosos con el medio ambiente. Son 96 villas individuales distribuidas entre el campo de golf, el lago y la playa, con acceso privilegiado a una costa de playas vírgenes. Las parcelas van desde los 1.150 metros cuadrados hasta los 2.850 metros cuadrados.
Todo tipo de servicios
Además, los propietarios y visitantes también pueden disfrutar de todos los servicios que ofrece Troia Resort: Troia Golf, el segundo mejor campo de golf en Portugal y uno de los mejores de Europa; Troia Beach Club, con vistas al mar y un ambiente muy sofisticado; el Club House, donde disfrutar de unas vistas al campo de golf y al Océano Atlántico; o el Centro Deportivo José Mourinho, entre otros servicios que cada residente o visitante puede solicitar en su propia villa. El complejo también guarda un preciado tesoro: Troia Ruinas. Las ruinas romanas de Troia datan de la primera mitad del siglo I hasta el sigloVI d.C y son el testimonio de una aldea romana que se especializó en la producción de conservas de pescado. También se pueden observar los restos de casas, termas, necrópolis, un mausoleo y hasta una basílica paleocristiana.
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