Según el comisario de Salud, Tonio Borg, "para los pacientes, esta directiva supone capacidad de decisión: más opciones de asistencia sanitaria, más información y un reconocimiento más fácil de las recetas a través de las fronteras". Además, afirma que "también es buena para los sistemas sanitarios de la Unión Europea, pues mejora la cooperación entre los Estados miembros en materia de herramientas interoperables de salud en línea, el recurso a la evaluación de las tecnologías sanitarias y la puesta en común de las primeras experiencias".
No obstante, a pesar de que la Comisión Europea ha colaborado con los Estados miembros para la puesta en marcha de esta normativa, en algunos casos, como en España, aún no se ha procedido al cambio legislativa. En este sentido, el comisario insta a todos los países a que "cumplan con su obligación" y advierte de que Bruselas "supervisará cuidadosamente la transposición, ofrecerá asistencia y, en su caso, tomará las medidas oportunas".