Por ello, las limitaciones empezarán a eliminarse a partir de enero de 2014 y lo harán "de forma progresiva", a medida que vayan estando disponibles los nuevos escáneres que detectarán explosivos líquidos. Los primeros líquidos que podrán transportarse libremente serán los que se hayan adquirido en las tiendas duty-free de los aeropuertos. "El riesgo que plantean los explosivos líquidos a la aviación civil sigue siendo significativo", señala la Comisión Europea, por lo que aboga por "un enfoque progresivo para introducir los escáneres de líquidos".
Bruselas presentará en otoño propuestas para modificar la legislación y concretar las diferentes fases para "lograr el objetivo final de escanear todos los líquidos lo más pronto posible". Las restricciones en cuestión, según las cuales cada pasajero solo puede llevar en su equipaje de mano envases de 100 mililitros en una bolsa transparente de un litro de capacidad, se introdujeron en noviembre de 2006 tras descubrirse en Reino Unido un plan terrorista para hacer estallar al menos siete aviones en pleno vuelo.