Aunque la reducción de márgenes y el cierre de empresas está a la orden del día en el Turismo, el Sector sigue demostrando una mayor resistencia a la crisis económica. En el último trimestre de 2011 el número de parados en esta actividad se situó en 424.558 personas, con una tasa de paro del 17,2%, lo que supone un incremento de 1,5 puntos porcentuales, según la EPA. Sin embargo, la tasa de paro en esta rama es 5,6 puntos inferior a la media de la economía nacional, que alcanza ya el 22,8%.
En lo que respecta al número de ocupados, el cuarto trimestre se ha cerrado con algo más de dos millones, un 1,3% menos que en el mismo periodo del año anterior. Si bien el Turismo sigue siendo uno de los principales generadores de empleo, concentrando el 11,5% de los ocupados del país.
La actividad turística con mayor número de ocupados es la de servicios de comidas y bebidas (49,4% del total). Le siguen los apartados de otras actividades turísticas, en el que están las agencias y turoperadores, con el 21,9%; los servicios de alojamiento, con el 15,6%; y el transporte de viajeros, con el 13,1%. El descenso de los ocupados en el cuarto trimestre está motivado por la evolución negativa de las ramas de transporte de viajeros (-8,2%) y otras actividades turísticas (-2,4%), ya que tanto en los servicios de alojamiento como en los de comidas y bebidas se observan variaciones positivas.
Gran dependencia de Canarias y Baleares
Por Comunidades autónomas, las principales en términos de empleo turístico experimentan aumentos interanuales, a excepción de la Comunidad de Madrid y la Comunidad Valenciana. En el cuatro trimestre es notable el aumento del 17,6% en Canarias, mientras que Andalucía, Cataluña y Baleares registran variaciones del 2,6%, 2,1% y 0,4%, respectivamente. Por su parte, Madrid experimenta un fuerte retroceso del 15,1% y la Comunidad Valenciana otro del 4,6%.
En los archipiélagos, el empleo turístico sigue siendo clave para sus economías. Así, en Canarias representa el 26,1% del personal ocupado, mientras que en Baleares alcanza un porcentaje del 23,2%, siendo la media nacional del 11,5%.
Finalmente, la EPA revela que la tasa de temporalidad y el número de contratos indefinidos evolucionan de forma negativa. Así, en el primero de los casos se sitúa en el 31,2%, frente al 29,3% del mismo periodo del año anterior. Por su parte, los asalariados con contrato indefinido disminuyen un 2,3%, a diferencia del crecimiento del 6,9% de los contratos temporales.