La Célula de Coordinación de la Crisis Aérea de Aviación (EACCC por sus siglas en inglés) recomendará a los Estados europeos que "las aerolíneas puedan decidir si volarán en áreas contaminadas por las cenizas en base a un análisis de riesgo-seguridad aceptado por la autoridad nacional de supervisión relevante", ha informado la Organización Europea para la Seguridad de la Navegación Aérea (Eurocontrol). La célula de crisis, reunida por primera vez este lunes desde la erupción del volcán Grimsvötn, ha instado a las compañías aéreas a remitir "toda la información necesaria a sus autoridades nacionales cuando presenten los análisis de riesgo y seguridad para sus operaciones en el espacio contaminado por cenizas ".
Eurocontrol ha confirmado que las nubes de cenizas emitidas por el volcán no han tenido "un impacto significativo" para los vuelos este lunes, aunque no descarta la posibilidad de que nubes de cenizas puedan afectar "en las próximas horas" a partes de Escocia e Irlanda. Asimismo, ha asegurado que debido a la inestabilidad meteorológica y a que la "densidad de la nube" es distinta a la que ya causó el caos en el espacio aéreo europeo el pasado año, resulta imposible identificar los movimientos de las nubes más allá de los países del Reino Unido.
Situación en España
Los aeropuertos españoles de la red de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) operan con "total normalidad" y sin incidencias derivadas de la erupción del volcán islandés Grimsvötn, según el gestor aeroportuario. Por su parte, para el ministro de Industria, Turismo y Comercio, Miguel Sebastián, esta erupción es "menos grave" que la del volcán Eyjafjallajökull que el año pasado provocó el cierre del espacio aéreo europeo durante una semana.
Asimismo, ha añadido que la erupción de un volcán "nunca es una buena noticia", aunque "parece que la gravedad es menor a la del año pasado", recordando que España "ha aprendido de los errores que se cometieron por parte de algunos países europeos", por lo cual está mejor preparada que en 2010. En este sentido, Sebastián ha reconocido que la actuación de algunos países europeos durante la crisis de cenizas del año pasado fue "probablemente bastante desmedida", al cerrar prácticamente el espacio europeo durante una semana completa.
En 2010, la erupción del volcán Eyjafjallajökull provocó, además del cierre del espacio aéreo europeo, interrupciones que se prolongaron durante un mes más, causando importantes agujeros de ingresos en las aerolíneas y el colapso del transporte aéreo. Las compañías aéreas calculan que se cancelaron unos 100.000 vuelos entre abril y mayo por la llamada crisis de la ceniza.