La declaración de suspensión de pagos, efectuada a través del capítulo 11 de la Ley de Bancarrotas estadounidense, no afectará a su 'joint venture' Mesa's go!, que también mantendrá sus vuelos programados en el archipiélago de Hawai.
El director ejecutivo de la aerolínea, Jonathan Ornstein, ha afirmado que la suspensión de pagos es "el medio más efectivo y eficiente para lograr una reestructuración con el mínimo impacto para el negocio y sus clientes". De esta manera, podrá eliminar el "exceso de aviones" en su flota y "ajustarse a sus necesidades reales".
Además, ha indicado que durante los últimos dos años han trabajado conjuntamente con sus acreedores y arrendadores para reestructurar sus obligaciones financieras. Ésto les ha permitido eliminar "unos 110 millones de euros de deuda", pese a lo cual la situación financiera actual era "insostenible".
En este sentido, ha asegurado que la suspensión de pagos les dará la oportunidad de alcanzar una "conclusión oportuna" a sus litigios con Delta Air Lines. Para asegurar el mantenimiento de las operaciones sin interrupciones, la aerolínea ha pedido al tribunal que tramita la bancarrota que continúe pagando el salario a sus trabajadores. Asimismo, pretende seguir con el pago del resto de sus obligaciones.