La participación de chefs de tres generaciones convierte el evento en una plataforma de referencia
Treinta años después de la revolución liderada por Ferran Adrià, que catapultó a Cataluña al centro de la cocina contemporánea mundial, el salón dedicará su próxima edición al movimiento de la Nueva Cocina Catalana, con un enfoque que combina la tradición, la innovación y la valorización del producto local. Este enfoque, unido a una programación de altísimo nivel, refuerza el atractivo de Cataluña no solo como destino turístico de excelencia, sino como hub internacional para congresos y eventos profesionales vinculados al foodservice y la restauración.
La participación de chefs de tres generaciones, incluyendo a todos los tres estrellas Michelin de Cataluña y figuras clave del relevo generacional, convierte el evento en una plataforma de referencia para la proyección global del talento gastronómico local. Además, la nueva configuración del auditorio, más participativa e interactiva, y la celebración del Simposio de Cocina Catalana —en el marco del reconocimiento de Cataluña como Región Mundial de la Gastronomía 2025— elevan aún más el perfil profesional del salón.
Pero el impacto del Forum trasciende el ámbito culinario. Su modelo ferial mixto, que combina congreso, exhibición comercial y networking empresarial, genera un entorno ideal para el turismo MICE, atrayendo no solo a cocineros y productores, sino también a decisores, distribuidores, compradores, inversores y actores del sector de eventos y hostelería.
La creciente participación internacional, con empresas de países como Alemania, Portugal, Francia, Italia, Lituania, Irlanda y Chipre, junto a una presencia reforzada de regiones españolas como Burgos, Navarra, A Coruña o Santander, consolida al evento como plataforma de negocio, conocimiento y conexión para el sector a escala europea.
Gastronomic Forum Barcelona no solo celebra la cocina catalana: la proyecta como una experiencia profesional completa que alimenta tanto el paladar como el tejido económico. Y lo hace desde un enfoque que dinamiza el turismo profesional, estimula el intercambio comercial y refuerza la imagen de Barcelona y Cataluña como epicentros mundiales del turismo gastronómico y de congresos.