La decisión del ayuntamiento de
León de
transformar el proyecto del Palacio de Congresos en un espacio al aire libre dentro de los muros de la Azucarera Santa Elvira no ha terminado de convencer a varios de los miembros del pleno. Desde el Partido Popular (PP) han expresado su descontento ante esta situación y han señalado que,
José Antonio Diez, alcalde de la ciudad, ha asegurado que el proyecto no es prioritario, ellos consideran que esta infraestructura es esencial para el desarrollo económico, por lo que requiere ser aboradada de la mejor manera posible.
Creen que la ciudad está dejando escapar oportunidades para acoger eventos
El grupo popular señala pues su incomprensión con respecto a cómo la ciudad sigue sin contar con un espacio congresual adecuado pese a los grandes desembolsos realizados en alquileres de estabilizadores y en otros proyectos, en su opinión, prescindibles. Según señalan, León es una ciudad con un gran atractivo para la realización de congresos, y está renunciando a decenas de eventos de este tipo y a su impacto económico por no tener un espacio adecuado para ello.
En este sentido, aseguraron que durante el anterior gobierno del PP existían conversaciones avanzadas entre la Junta, el Ayuntamiento y el Ministerio para desmantelar los estabilizadores y completar la envolvente y cubierta de la azucarera Santa Elvira. No obstante, con la llegada del nuevo alcalde el proyecto no ha experimentado ningún avance en los últimos cinco años, algo que el PP recrimina dado que se han aprobado dos mociones por unanimidad promovidas por la oposición para avanzar en la envolvente y cubierta, y se han gastado más de 700.000 euros en alquileres de los estabilizadores.
Fondos insuficientes
Pese a que todavía no se conoce cuál será la propuesta que recibirá la adjudicación, todas ellas cuentan con la cubierta al aire libre dado que los 4.450.000 euros del contrato no alcanzan para cubrir completamente el recinto, de modo que el Palacio no será como lo concibió el arquitecto Dominique Perrault. Esto ha sido criticado por los populares, que culpan al alcalde de desidia y de no haber realizado ninguna gestión con otras administraciones para avanzar el proyecto.