En este sentido, insiste en que la adquisición de esta marca, operación en la que el grupo invirtió 540.000 euros, "está relacionada más con motivos sentimentales vinculados al origen de Iberostar, que por temas comerciales". Por tanto, "en estos momentos no está entre nuestras principales prioridades" volver a utilizarla, afirma.
Cabe recordar que, en declaraciones a este periódico, la vicepresidenta de Iberostar, Sabina Fluxá, ya explicó que la operación se debió "más a motivos sentimentales". No obstante, reconoció que "si surge alguna oportunidad para explotarla, se estudiará". "Pero de momento, en el corto plazo, no hay planes para ella", sentenció.
Como publicó NEXOTUR, el grupo recuperó el control de la marca Viajes Iberia en la subasta de la extinta Orizonia, celebrada en Palma de Mallorca en febrero de 2015. Nueve años antes, Iberostar había vendido a Orizonia su red minorista y mayorista, compuesta por Viajes Iberia, Solplan, Turavia, Viva Tours, Iberworld y Iberojet Cruceros. Desde entonces hasta 2011, cuando cambió a Vibo Viajes, el grupo presidido por Fernando Conte explotó la marca. Dos años más tarde, exactamente a principios de 2013, Orizonia solicitó el concurso de acreedores para sus 21 sociedades, lo que supuso la desaparición de la agencia.
El nacimiento de Viajes Iberia data del año 1956, cuando Lorenzo Fluxá compró una pequeña agencia de viajes con seis oficinas y 40 empleados. Años después, Miguel Fluxá tomó las riendas de la empresa, impulsándola hasta convertirla en una de las principales redes del país. Llegó a contar con cerca de 1.000 puntos de venta, codeándose con empresas como Viajes El Corte Inglés y Halcón Viajes.