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Más deberes para el Turismo español

TRIBUNA DE OPINIÓN / MÓNICA FIGUEROLA

Nexotur.com | Sábado 15 de abril de 2017
Epaña recibió casi 76 millones de turistas. Es decir, siete millones más que el año anterior. Se trata de un incremento más que destacable, aunque no hay que ser autocomplaciente, sino más bien autocrítico, tener en cuenta cuáles son las debilidades que impiden mejorar la rentabilidad, optimizar los resultados de la promoción y el acceso a mercados más rentables.

Por otra parte, no debemos olvidar que aunque los turistas aumentaron el 10,3%, los ingresos bastante menos, en concreto solo el 7,15%. Por ello, hoy más que nunca, debemos reflexionar sobre las alternativas que como actores implicados en este Sector, debemos poner en valor.

Me permito por lo tanto, hacer la siguiente enumeración de aspectos clave o deberes pendientes:
Incrementar la rentabilidad de nuestros productos y destinos: según el último Barómetro de Rentabilidad Turística de Exceltur aún existe una gran disparidad en los indicadores de rentabilidad de los municipios turísticos españoles, municipios como Calviá o Ibiza cuentan con un RevPAR en torno al 25% superior a uno de los destinos turísticos españoles más consolidado, Benidorm.
Existe trabajo por hacer y muchas oportunidades para poner en valor los recursos que poseen los destinos
Existe, por tanto, trabajo por hacer y muchas oportunidades para los destinos para poner en valor los importantes recursos que, además del ‘sol y playa’, poseen; promocionando nuevos productos turísticos de alto valor añadido como el de salud o el de shopping, que siguen sin arrancar en España; así como mostrando a los españoles la importancia del Turismo como generador de empleo; e implantando la mejora continua como en los modelos de gestión, tanto en lo que afecta a procesos, productos e infraestructuras, como a personas, adaptando su cualificación a las exigencias de los nuevos clientes, cada vez más exigentes.

Mejorar la política de visados: nuestro país, como espacio Schengen, se rige por los criterios del marco europeo pero aún son muchas las debilidades a las que se enfrenta la industria en cuanto a la política de visados. Dificultades a las que hacen frente a diario ciudadanos de países de la zona MENA, África occidental, incluso este de Europa, que con alto poder adquisitivo, motivación clara de viajar a nuestro país más una conectividad más que evidente, no son capaces de acceder a nuestro territorio. Escasez de recursos humanos en nuestros consulados, precaria gestión administrativa, limitaciones presupuestarias y visión, en ocasiones, limitada con algunas dosis de hipocresía, hacen imposible solventar este terrible freno.

Entender las necesidades del nuevo viajero: está cada día más informado, demanda más transparencia, se fía de las recomendaciones y utiliza las distintas plataformas sociales para sacar más partido a sus viajes. Este nuevo cliente se podría percibir como el nuevo concepto de cliente, ‘viajero 3.0’. La adaptación a estos nuevos consumidores es fundamental y la necesidad de que las empresas se hagan más cliente-céntricas es ya imprescindible para triunfar. Para este cliente, hay que estar presente en todas las fases del viaje, teniendo en cuenta las fases de inspiración, la de planificación y la de compartir las experiencias.

Conocer las nuevas formas de interacción con los destinos: la era online se está proyectando como un entrono fundamental para el desarrollo del Sector. Fenómeno que exige una reflexión pormenorizada por sus enormes implicaciones.

Por otra parte, la crisis mundial ha ‘roto los esquemas’ del Sector Turístico convencional implantando nuevos modelos de negocio a través de la Red y generando innovadores sistemas de cooperación entre usuarios. Compartir de formar cotidiana, forma parte del core business de estas nuevas empresas como son Airbnb o Blablacar, entre otras muchas.

Además, existe una necesidad del viajero social a compartir a intercambiar sus opiniones, a crear contenido y a viralizarlo. El contenido es el ‘rey’ y la distribución es la ‘reina’. A estos elementos, hay que añadir una creciente tendencia hacia la búsqueda de lo auténtico, de lo autóctono, de lo local. El usuario ha pasado de ser ‘turista’ a ser ‘viajero’ y ansía, en definitiva, dentro de una clara evolución de las tendencias de consumo de los turistas, la búsqueda de experiencias cada vez más reales, más enriquecedoras, más sostenibles, con mayor contacto directo con la población receptora y, sobre todo más solidarias.
La era ‘online’ se está proyectando como un entorno fundamental para el desarrollo del Sector Turístico


Comprender los nuevos modelos de negocio: también se presenta como clave, el redefinir el servicio al cliente a través de nuevos modelos de negocio vinculados a servicios turísticos más personalizados, pero el problema surge cuando hay que regular y ordenar estas nuevas empresas. El ejemplo claro lo tenemos en cuanto a la denominada, ‘economía del acceso’, que se ha convertido en una tendencia imparable a nivel global y la ‘bestia negra del Turismo español’; siendo además, el ‘consumo colaborativo turístico’, su máxima representación en los mercados.

Modelos de negocio, en definitiva, lo suficientemente grandes y disruptivos como para que los reguladores, las administraciones públicas, las empresas tradicionales, la prensa económica y las escuelas de negocio lo asuman como una normalidad en la nueva era de la economía digital y sobre todo, lo regulen sin dilación con legislaciones coherentes realistas, proporcionadas y de posible cumplimiento.

Por otra parte, la ya comentada ‘generación del milenio’ está adoptando unos hábitos de consumo diferentes a los tradicionales. Esta nueva mentalidad está impulsando la creación de empresas que responden a sus necesidades.

Los nuevos turistas buscan ofertas y ‘chollos’; consolidando el movimiento del viaje low cost fuertemente incentivado por la expansión de las compañías aéreas de bajo coste o de bajo precio y que persigue, en definitiva, la búsqueda de una mejora en la optimización del viaje. A esto habría que añadir, también, una clara tendencia del ser humano al reconocimiento y a la relación, es decir, se forja una necesidad de ser influyente y ayudar a los demás que, además, convive tras el auge de la Red, con el hecho de que Internet nos permite salir del anonimato, relacionarnos y ser relevantes para la sociedad.

Procurar la sostenibilidad de nuestro Turismo: 2017 se presenta como un periodo, especialmente, sensible con la cooperación y el entendimiento de los países a partir del desarrollo turístico, bajo un prisma geopolítico mundial, sin embargo, más complejo, tenso e incierto que nunca en el año de la sostenibilidad turística.

Si seremos capaces de comprender la utilidad del Turismo como vehículo de desarrollo y cooperación social es una incógnita. Muchos destinos son ejemplo de gobernanza excelente, pero una gran asignatura pendiente del Turismo de nuestro país, es generar políticas competitivas en cuanto a su crecimiento, en claves de sostenibilidad real en el tiempo.

Estas, entre otras cuestiones, deben obligarnos a profundizar en la necesidad de cambiar procesos, equipos y fórmulas de promoción obsoletas, que forman parte del pasado y que deben ser imperiosamente revisadas, porque es un hecho que el Turismo ha cambiado y que lo seguirá haciendo; pues lo que no cambia se estanca, y lo que se estanca se muere.


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