El organismo que preside Joan Gaspart señala a la profusión, complejidad y disparidad de normas de carácter estatal y autonómico como uno de los condicionantes de la actividad empresarial "por su incremento de costes, provocando importantes distorsiones en el mercado, no sólo en detrimento del sector privado, sino también de los consumidores y usuarios en general". Si bien reconoce los avances producidos tras la entrada en vigor de la Ley de Unidad de Mercado, considera que "es preciso todavía avanzar hacia una mayor homogeneización de la normativa aplicable al Sector". En este sentido, urge a llevar a cabo una normalización del mercado interior promoviendo un consenso entre las Comunidades y una regulación uniforme en materias tales como clasificación hotelera, requisitos para las agencias, normativa de viviendas de uso turístico, licencias, etc.; en definitiva, en todas aquellas cuestiones en que una regulación diferenciada produzca una clara segmentación del mercado interior español en 17, con regulaciones a veces incluso contradictorias. De no lograrse el referido consenso, CEOE sugiere que desde la Administración central pudiera impulsarse una normativa de armonización.
Por otro lado, solicita la aprobación de una hoja de ruta del Sector Turístico, a fin de dar continuidad al Plan Nacional e Integral de Turismo 2012-2015, y que en su elaboración se tenga en cuenta al sector empresarial. También incide en la importancia de que se dé continuidad a la labor de promoción interna y externa dirigida a la desestacionalización de la demanda, la captación de clientes de nuevos mercados emisores, la potenciación de nuevos nichos de mercado, los nuevos segmentos de la demanda, y la consolidación de los mercados tradicionales. "Las acciones de promoción deben ser más segmen-tadas, medidas y colaborativas con el sector privado", apunta, al tiempo que sugiere que se introduzcan "criterios de retorno de la inversión en promoción y marketing e instrumentos de medición de la rentabilidad por mercados y productos".
El Consejo de Turismo de CEOE, que reitera su satisfacción por la estructura de TurEspaña (la pasada legislatura dio entrada a la colaboración público-privada), reclama que exista una mayor correlación entre los recursos destinados a los mercados maduros y los destinados a los mercados emergentes (Oriente Medio y China, fundamentalmente), ya que considera que estos últimos precisan de una mayor atención. También pide que se potencie la profesionalización y especialización de los directores de las Oficinas Españolas de Turismo, incrementándose la colaboración con los turoperadores de raíz española presentes en los mercados externos. Finalmente, considera que podría ser de utilidad la conformación de una reducida comisión en el seno de TurEspaña que, ante la evolución y vicisitudes de los diferentes mercados, pudiera permitir una reacción más rápida y eficiente.
En materia de financiación, asunto crucial para las empresas turísticas, CEOE sostiene que es preciso avanzar hacia una mayor diversificación en la obtención de la misma. Por tanto, recomienda que se creen fuentes de financiación pública "para cumplir y suplir de forma coyuntural la función de las entidades financieras y con ello, facilitar la modernización, renovación e inversión en innovación y tecnologías".
En lo que respecta a la relación entre transporte y Turismo, el lobby empresarial aboga por reforzar la intermodalidad y establecer estándares de conectividad entre los distintos medios de transporte, garantizándose un marco estable de competencia que asegure la igualdad de condiciones y trato para todos los operadores. En este sentido, considera que sería de interés impulsar proyectos estratégicos transversales centrados en el desarrollo de soluciones digitales innovadoras que faciliten el acceso de los turistas a la reserva de viajes intermodales.
Respecto a la preocupación que han generado los anuncios relativos a la imposición de nuevas tasas por parte de gobiernos autonómicos y municipales, tanto de carácter medioambiental como relativas al alojamiento, CEOE advierte que su implantación "debe tomar en consideración la falta de competitividad y caída de la demanda que puede generar". Asimismo, añade que debe ponerse de manifiesto "el riesgo del posible desvío de los fondos recaudados de los fines que inicialmente justificaron la implantación de la tasa". También afirma que la implantación y anuncio de moratorias por parte de gobiernos autonómicos y municipales genera un doble impacto negativo: sobre las inversiones, paralizándolas en muchos casos, y sobre los mercados emisores.
Tomando en consideración que los países emergentes representarán el 80% de los nuevos viajeros hasta 2030, el Consejo de Turismo demanda la liberalización de visados con países de Latinoamérica, antigua unión soviética y Asia, así como una mayor aportación de recursos para los consulados que permita competir con los de Inglaterra y Francia en China, Oriente Medio y resto de países, donde, en su opinión, España está "en clara desventaja". Asimismo, y toda vez que España ocupa el sexto país de Europa en visitas de viajeros procedentes de Asia, reclama un mayor apoyo a la conectividad y a la promoción en Asia (fundamentalmente, con relación a China).
Entre las prioridades generales incluidas en el informe, también se hace referencia a la importancia de defender y promocionar la ‘Q’ como marca de calidad turística, así como a la necesidad de avanzar hacia la accesibilidad universal en el Turismo, lo que permitiría atender las necesidades y exigencias de un perfil más amplio de turistas (personas con discapacidad, mayores, etc…).
Por último, CEOE pide que se impulse la adecuación de los planes formativos a la realidad del Sector, haciéndose especial hincapié en la formación en idiomas y en la adaptación del trabajador a modificaciones tecnológicas. También que existan estadísticas oficiales que contemplen tablas input-output, básicas para elaborar las Cuentas Satélite del Turismo, y conocer la aportación del Turismo al PIB.