La Red Iberoamericana para la Sustentabilidad en Eventos, ReInspira, ha reunido esta semana a varios expertos en sostenibilidad para analizar la gestión de residuos en los grandes eventos. El socio fundador de ReInspira y director de Ephymera Sostenibilidad (España), Alberto Gómez; el jefe del área de Sustentabilidad de Lotus Producciones (Chile), Álvaro Morales; y la directora de ES Eventos Sostenibles (Colombia), Ana Dorly Jaramillo, han sido los participantes.
Gómez ha mostrado su experiencia con el festival DCODE en 2014, que reunió a 26.000 asistentes en 50.000 metros cuadrados, y en el que consiguieron recuperar el 100% de los residuos generados. Alberto Gómez ha resaltado la importancia de "diseñar una estrategia de gestión de residuos", como hacen con todos sus eventos, comenzando su trabajo con tres meses de antelación, con análisis de las entradas y salidas, de las ubicaciones o del desarrollo del evento para detectar los lugares donde se generarían más residuos durante el festival. De este modo, la ubicación de los puntos de recogida iba "sobre seguro", con los correspondientes contenedores señalizados (amarillo, verde, azul y gris).
No obstante, Gómez ha destacado la necesidad de apoyarse en una campaña previa de sensibilización, a través de las redes sociales, donde se difundía material (vídeos, contenidos específicos en blogs especializados…) para ir concienciando al público asistente en materia de reciclaje. De esta manera, y con la ayuda de los ‘observadores’ dentro del recinto, la operativa para controlar los excesos de residuos y las modificaciones en los puntos de recogida se hacía de forma mucho más organizada y controlada.
Álvaro Morales, de Lotus Producciones, ha querido exponer el caso del gran festival Lollapalooza Chile 2016. A través de lo que llamaron ‘Espíritu Verde’ para la realización de la gestión medioambiental del evento, implementaron una serie de acciones para la consecución de unos excelentes resultados en materia de gestión sostenible. Su clave fue la captación de voluntarios (más de 600) a través de instituciones escolares. A estos alumnos le ofrecían la oportunidad de asistir al festival (dos días de duración), donde, uno de los días participarían como asistentes y el otro como personal capacitado, gestionando más de 70 puntos limpios a lo largo del festival.
Otra de las acciones llevadas a cabo fue la del vaso reciclable, a través de la cual se consiguieron disminuir más de 180.000 vasos descartables. La operativa consistía en abonar un precio por la adquisición del vaso, y se le devolvería al entregarlo (también podían conservarlo, si querían, sin devolución del importe abonado, ayudando así al medio ambiente). Álvaro Morales ha señalado que tras varias ediciones organizado este festival, el Ministerio de Medio Ambiente de Chile va a impulsar el Sello de Sustentabilidad para Eventos Masivos, "siguiendo el ejemplo de Lollapalooza".