La mejora de los datos del emisor alienta el optimismo innato de los agentes. El repunte de las reservas aéreas, la mejora del business travel, la recuperación de reservas de grandes viajes o el adelanto de ventas de 2014 son brotes verdes que parecen adelantar una tímida recuperación del consumo.
Sin pretender amargar la fiesta, conviene no confundir los deseos con la realidad. Las caídas —acumuladas año tras año— de las ventas en el último lustro, podrían haber tocado fondo. Pero no hay que perder de vista que la caída acumulada del consumo de los españoles se había situado ya en torno al 40%. Máxime cuando se compara la actual temporada de invierno con el ejercicio anterior, en el que cinco millones de funcionarios no contaron con su paga extra de Navidad.
Otro factor positivo en la percepción de los agentes es la redistribución de las ventas, tras una selección natural que ha reducido a 8.000 las agencias en 2013, desde los casi 12.000 puntos de venta que tenía el Sector en 2008. Una tragedia sectorial sin precedentes, que ha llevado a que los que quedan toquen a más en el reparto de la tarta. Aunque ello no ha impedido que el margen se haya desplomado, especialmente en las grandes redes minoristas.
Pese al evidente deseo de muchos españoles de volver a viajar y la urgente necesidad de vacaciones por acumulación de estrés (que ha llevado a los españoles a la cabeza en la ingesta de ansiolíticos, antidepresivos y calmantes), la recuperación del emisor depende del comportamiento del consumo. Y esto ya no sólo depende de España.
Alemania, tras el Gobierno fuerte surgido de la "gran coalición" de conservadores del CDU liderados por Merkel y los socialdemócratas del SPD, ya está en condiciones de moderar la política de austeridad impuesta en la Unión Europea. El primer signo de cambio de rumbo podría ser la creación del Salario Mínimo (que no existía en Alemania), y la subida de las pensiones.
Ambas medidas incrementan la capacidad de consumo de los alemanes y suponen precedentes que han de llegar al resto de Europa, junto a un plan de choque contra el desempleo juvenil y medidas dinamizadoras.
Una vez recobrada la credibilidad y, por tanto, la solvencia de España ante los mercados —tras la política de recortes impuesta al Gobierno por Alemania—la recuperación del emisor doméstico depende en gran medida de la recuperación de confianza del consumidor. Pero para lograrlo es esencial impulsar el empleo, incentivando la contratación y dinamizando la economía con medidas expansivas. Sólo así se recuperarán las ventas.
Y si esto empieza a ocurrir en 2014, estaremos ante el año que marque el punto de inflexión de esta crisis.
Que le sea útil. Ese es nuestro mayor interés.