El desplome de Orizonia (y especialmente de su red Vibo) tiene importantes efectos colaterales para las agencias. La abrupta desaparición de la tercera gran red, sumada al escándalo de la quiebra de Marsans, ha afectado a miles de clientes, poniendo en cuestión la credibilidad de las agencias de viajes.
Una de las consecuencias más negativas para el Sector es la negativa de muchos clientes a dejar depósitos al formalizar las reservas de sus viajes. Un cambio de comportamiento, inducido por la crisis y justificado por los incumplimientos de las dos grandes redes quebradas, que supone un grave quebranto para las minoristas. Y no solo porque hurta liquidez a las agencias precisamente cuando es más necesaria. También porque dificulta (aún más) la venta adelantada, incluso en los productos menos afectados por la tendencia a reservar a última hora, como son los grandes viajes.
La creciente negativa a dejar depósitos, dejando en el aire muchas reservas y haciendo aún más volátil la venta en las minoristas, es una demostración palpable de la grave pérdida de confianza de los consumidores en este Sector, como puso de manifiesto en el último Debate NEXOTUR, el representante de Catai en el Salón TurNexo de Barcelona.
El cierre de dos grandes tótems de la intermediación generalista, en gráficas palabras del presidente de UCAVE, ha traído consigo "la extinción del modelo tradicional de distribución" dominado durante décadas por grandes redes. De hecho, excepto esa referencia dominante que es Viajes El Corte Inglés (con una marca de confianza para los consumidores), y Halcón Viajes Ecuador (como la última gran red que pervive), está por ver si Barceló logra hacerse con el fondo de comercio de Vibo en el vacacional generalista (lo que sí ha logrado en el business), dando continuidad al denostado modelo de las grandes.
En el lado positivo, otra consecuencia del cierre de Orizonia es que 2013 no será un año tan malo como parecía. Hay menos agencias (tanto minoristas como mayoristas) y, por tanto, la tarta se redistribuye. Y no sólo en las grandes, también entre las independientes. El cierre de otro gran actor de la distribución ha hecho el efecto de tsunami inverso, según asevera el responsable de emisor de ACAV en TurNexoCatalunya, beneficiando al resto del Sector.
Otra consecuencia de la caída de Vibo está siendo el cuestionamiento de la figura de "agencia asociada", que había sido presentada por Marsans y Vibo como la solución para las agencias independientes, aportándoles un paraguas, y se ha convertido en un gran problema.
Esta vez, la quiebra de otra gran red también pone en cuestión la solvencia de las grandes, frente a la capacidad de resistencia de pymes y microempresas, para las que ya no hay atajos. Y revaloriza la importancia de los Grupos comerciales, hoy amenazados por Competencia.
Por último, incrementa los miles de agentes de viajes desempleados, cuya principal expectativa es volver al mercado como independientes, augurando una resaca de aperturas, en cuanto la coyuntura de una tregua.
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