El nuevo Decreto que regula la clasificación de los establecimientos hoteleros en Cantabria establece que los alojamientos de cinco estrellas deberán ofrecer a sus clientes las tecnologías de comunicación "más avanzadas". Esta nueva regulación entra en vigor a partir del día de hoy.
El Decreto establece que los establecimientos de tres, cuatro y cinco estrellas dispondrán de conexión a Internet en las zonas de uso común y en todas las habitaciones, mientras que éstos últimos deberán tener, además, algún equipo informático en un lugar adecuado para uso de sus clientes.
Igualmente, los establecimientos hoteleros contarán con servicio de fax o servicio de comunicación electrónica alternativo.
Entre las novedades de la nueva regulación, se establece que la apertura de un establecimiento hotelero no estará condicionada a su previa autorización y clasificación por la Administración autonómica, sino "únicamente a la comunicación del inicio de su actividad por parte de la empresa turística, formulada en el plazo y forma establecidos en el Decreto".
Por su parte, la Dirección General competente en materia de Turismo hará las labores de inspección y control que resulten necesarias para garantizar que todos los establecimientos hoteleros existentes en la Comunidad autónoma de Cantabria "funcionan con arreglo a los parámetros establecidos en la normativa".
El nuevo Decreto trata igualmente de dar respuesta a las nuevas necesidades detectadas en el Sector turístico nacional y, en particular, en el de Cantabria.
Así, a través del nuevo marco normativo se pretende impulsar la modernización y mejora de los establecimientos hoteleros, con el fin de garantizar que su oferta de servicios sea "suficientemente sólida y diversificada en un marco de creciente competencia" y consolidar así su condición de "pilar" del Sector turístico y, en general, de la actividad económica de la Comunidad Autónoma de Cantabria.
Tres grandes grupos de alojamientos
Además, se define un nuevo modelo de ordenación de los establecimientos hoteleros en la Comunidad autónoma, que quedan encuadrados en tres grandes grupos: hoteles, hoteles-apartamentos y pensiones.
Respecto de los hoteles, se suprime el régimen de clasificación según su modalidad de explotación y se mantienen las cinco categorías preexistentes (de una a cinco estrellas); los hoteles-apartamentos mantienen igualmente las cinco categorías que había (de una a cinco estrellas), mientras que las pensiones quedan bajo una única denominación y categoría, suprimiendo así la distinción entre pensiones de una y dos estrellas.
La nueva regulación introduce también nuevos parámetros de gestión y control de la actividad, extraídos del Sistema de Calidad Turística Español, a través de los cuales se trata de "garantizar la adecuación de las instalaciones e infraestructuras de los establecimientos y la calidad de sus servicios", dando "especial relevancia" a la implantación de las nuevas tecnologías.
Igualmente se pretende atender las necesidades de las personas con algún tipo de limitación en su movilidad, impulsando la adaptación de las instalaciones y servicios prestados a sus necesidades, con el fin de que puedan disfrutar "plenamente" de su estancia en el establecimiento.
Finalmente, se persigue impulsar la actividad de alojamiento turístico hotelero con el fin de consolidar una oferta "atractiva" para los ciudadanos que visitan Cantabria.