Castilla y León ha aprobado una nueva Ley de Turismo que "ordena y moderniza" el Sector con "más regulación y protección" de los recursos y establece cinco categorías para los alojamientos rurales, con lo que se sitúa como una de las normativas "pioneras" en esta cuestión.
La consejera de Cultura y Turismo de la Comunidad autónoma, María José Salgueiro, ha explicado que la nueva normativa sustituye a la que estaba vigente desde 1997 y "responde a las necesidades de los turistas del siglo XXI y de los empresarios de uno de los principales Sectores económicos -representa el 10,5% del PIB-".
Además, la nueva normativa "busca la calidad en la gestión y en los servicios turísticos" introduciendo novedades como la ampliación del catálogo de competencias de las Administraciones públicas. Igualmente y "refuerza la participación y coordinación a través del Consejo Autonómico de Turismo de Castilla y León y de la Comisión Interconsejerías de Turismo".
Así, la Ley aboga por un Turismo "sostenible" y por una "mayor rentabilidad económica y social", además de la protección de los recursos con "tres objetivos básicos": hacer de la calidad de los servicios el eje central, adecuar la coordinación con el resto de las Administraciones y potenciar Castilla y León como un destino turístico.
En cuanto a las principales novedades de la norma, se regulan por primera vez "con rango de ley" actividades turísticas y operadores como el Turismo activo, los albergues en régimen turístico o las centrales de reservas.
Los alojamientos, por su parte, se clasifican en hoteles, hoteles-apartamento, moteles, hostales y pensiones y se abre la posibilidad de especialización de los establecimientos en hotel familiar, hotel gastronómico, hotel balneario y hotel con historia.
Nueva categoría de Hotel Rural
En el ámbito del Turismo rural, se establece la nueva categoría de Hotel Rural, desaparece la de Centro de Turismo Rural, se mantienen las figuras de Posada y Casa Rural y se prevé la clasificación de todos los alojamientos de Turismo rural en cinco categorías en función de sus instalaciones, equipamientos y servicios ofertados.
La Ley afecta también a la cuantía de las multas, por faltas leves se podrá pagar entre 100 y 900 euros, por las graves entre 900 y 9.000 y por las muy graves entre 9.000 y 90.000 euros.
Por último, la normativa aprobada por la Junta introduce, bajo la denominación ‘Castilla y León accesible’, un nuevo artículo que adopta un compromiso con los discapacitados "con el convencimiento de que un Turismo más accesible es un Turismo de más calidad".