Numerosos agentes se han sumado a la opinión editorial de NEXOTUR. El Check-out titulado Alentar la maledicencia, en relación a la proliferación de la difamación en algunos foros, ha concitado la opinión a favor de muchos empresarios. De ahí que reproduzcamos su contenido.
El rumor no es noticia, rezan los manuales de estilo y códigos deontológicos de la profesión periodística. Ni siquiera es la antesala de la noticia —como predicaba un controvertido locutor deportivo—. En todo caso, el coladero de la desinformación.
El ejercicio del periodismo exige de tres requisitos esenciales: rigor, independencia y credibilidad. Rigor para ser fieles a los hechos, en contra de quienes adaptan la realidad a su conveniencia. Independencia para que el tratamiento de la información no quede mediatizado por otros intereses. Y credibilidad para que los lectores otorguen su confianza a quien se la merece.
Sin embargo, estos principios —no siempre aplicados pero que marcan el norte de la profesión para todo buen periodista— están viéndose cuestionados por una auténtica avalancha de maledicencia, tan interesada como anónima, en que algunos individuos están convirtiendo determinados foros online, vinculados a algunas publicaciones.
Alentados por determinados medios —que, al parecer, no permiten que la realidad les estropee un buen titular—hoy se multiplican los insultos y los infundios en la Red. Maledicencia contumaz o elegio autocomplaciente y endogámico, generalmente a cargo de grupitos de corifeos (transformados en periodistas ciudadanos) convertidos en arbitrarios, implacables y anónimos profesionales del desahogo y de la injuria. Cuando no en una suerte de atrabiliarios jueces de la horca. Todo ello bajo la interesada aquiescencia de algunos medios (y sus profesionales), que no dudan en utilizar este sistema como arma arrojadiza o elemento de chantaje ante los anunciantes remisos. En una dinámica perversa, que acabará por devorar a sus artífices y que manipula —de manera tan torticera como interesada— las redes sociales.
Hasta aquí el contenido de la opinión editorial de este periódico que, sin embargo, bien merece una puntualización.
Las redes sociales, cuyos exponentes más notables son los foros y los blogs en la Red, merecen el mayor reconocimiento y, en modo alguno, ser cuestionados. Por el contrario, las comunidades online son fenómeno en crecimiento del que ya todos formamos parte activa.
Lejos de poner puertas al campo, una parte del Sector expresa su preocupación porque el insulto adquiera carta de naturaleza y lo haga desde la impunidad que da el anonimato. Convirtiendo en machacona actualidad las obsesiones y los desahogos de gente sin oficio, que derrocha su agria pluma y su abundante tiempo en pontificar desde sus tribunas online, sin reparar en el daño que hacen al prestigio de personas y empresas. Algo que los bloggers y foros online no se merecen.
Que le sea útil. Ese es nuestro mayor interés.