Más de 200 millones de euros de pérdidas y 500.000 turistas sin poder viajar a España. Este es el balance "preliminar", realizado por la Secretaría de Estado de Turismo, sobre los efectos que la interrupción del tráfico aéreo ha tenido en el Sector Turístico, excluyendo a las compañías aéreas.
El secretario de Estado de Turismo, Joan Mesquida, ha explicado ante la Unión Europea las consecuencias que ha tenido para el Sector Turístico español la erupción del volcán islandés, que provocó el cierre del espacio aéreo durante aproximadamente seis días. Mesquida estima que 500.000 turistas no pudieron viajar a España cuando lo tenían previsto, cifrando las pérdidas para el Sector Turístico en más de 200 millones de euros —incluyendo agencias de viajes y alojamientos y excluyendo aerolíneas—.
Tras haber participado en la reunión extraordinaria de responsables de Turismo de la Unión Europea, el secretario de Estado de Turismo ha aclarado que "muchos de los turistas afectados" han llegado a acuerdos con los turoperadores para trasladar sus vacaciones a otro periodo. Asimismo, destaca que esta estimación es "preliminar", remitiéndose al informe que está realizando el grupo de trabajo de la Comisión Europea.
"La imagen de España no ha salido perjudicada por la situación, sino reforzada", asegura el responsable de Turismo, quien precisa que "era muy difícil" dar una salida rápida y satisfactoria con los aeropuertos cerrados. En este sentido, recuerda que se organizó un importante sistema de repatriación de los turistas y muestra "un profundo agradecimiento" al Sector Turístico en general por su comportamiento.
A nivel europeo, el vicepresidente de la Comisión Europea y responsable de Industria, Antonio Tajani, estima que las pérdidas ocasionadas por la nube volcánica en el Sector Turístico llegan casi a los 1.000 millones de euros y que el cálculo de turoperadores y agentes de viajes es que se han gastado más de 388 millones para asistir a sus clientes y facilitar su repatriación. Tras participar en la reunión extraordinaria, Tajani ha manifestado que el impacto a largo plazo "es muy difícil" de evaluar y que tendrá que ser objeto de seguimiento.
‘Quedará lo servido por lo comido’
Por su parte, el ministro de Fomento, José Blanco, afirma que el impacto económico sobre la industria turística se evaluará dentro de la Unión Europea (UE), una vez realizado el balance integral sobre todos los sectores afectados. Si bien Blanco vaticina que una vez que se realice dicho balance, descontando las pérdidas y teniendo en cuenta los ingresos generados por los turistas que se vieron obligados a permanecer más días en sus destinos —aunque gran parte de los turoperadores tivieron que hacerse cargo de su alojamiento y manutención—, se observará que "quedará lo servido por lo comido". Blanco recalca que "no es cierto" que en España el impacto sea el mismo que en el resto de Europa, ya que puntualmente sólo se han cerrado aeropuertos en el norte, Cataluña y Baleares, y señala que hay sectores que se han visto beneficiados.
Pese a lo ocurrido, el ministro de Fomento asegura que las perspectivas del sector aéreo "son muy positivas", con un incremento del 9% de las reservas de slots para la temporada de verano. Asimismo, apunta que tres de cada cuatro turistas que visitan España lo hacen en avión y que el incremento de los viajeros en los aeropuertos españoles durante el primer trimestre ha alcanzado el 3%.
El PP pide medidas para compensar al Sector
La portavoz de Turismo del Partido Popular (PP) en el Congreso, María Salom, afirma que la gestión de la crisis fue "mejorable" y le recordó que "llueve sobre mojado" para el Sector Turístico, por lo que reclama al Gobierno que no deje en manos de la UE las decisiones y que adopte medidas para compensar al Sector. Entre ellas, Salom exige aplazar la subida del IVA cuatro meses, aplicar un IVA superreducido, bajar las cotizaciones a la Seguridad Social, rebajar las tasas aeroportuarias al 50%, agilizar la "maraña burocrática" para las empresas turísticas, abaratar las tarifas eléctricas, reducir el impuesto de sociedades y acelerar la implantación del ‘cielo único europeo’.