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El Turismo europeo y la crisis climática: sostenibilidad y adaptación

La pregunta clave para el Sector no es si el cambio climático afectará al Turismo, sino cómo los destinos europeos podrán adaptarse y reconvertirse.

Miércoles 10 de septiembre de 2025

Departamento de Análisis de grupo Prensamedia

El Turismo europeo se enfrenta a un desafío histórico: la crisis climática. En un continente donde el sector aporta alrededor del 10 % del PIB y del empleo, el impacto de olas de calor, incendios forestales, inundaciones y retroceso de glaciares amenaza con transformar radicalmente el mapa turístico.

Los datos son elocuentes. El verano de 2023 fue el más caluroso registrado en Europa, con temperaturas que superaron los 45 ºC en Italia, España y Grecia. En paralelo, Austria y Suiza reportaron una pérdida del 20 % de la cobertura glaciar en apenas dos décadas, reduciendo de forma significativa la temporada de esquí. A estos fenómenos se suman inundaciones en Alemania y Bélgica en 2021 que devastaron infraestructuras turísticas locales.

En este contexto, la pregunta clave para el Sector no es si el cambio climático afectará al Turismo, sino cómo los destinos europeos podrán adaptarse y reconvertirse para seguir siendo competitivos sin comprometer su sostenibilidad ambiental y social.

1. El Mediterráneo en primera línea de riesgo

El área mediterránea concentra más del 30% del Turismo mundial y es especialmente vulnerable a la crisis climática.

- Olas de calor: en julio de 2023, Italia emitió alertas rojas en más de 20 ciudades, lo que llevó a miles de turistas a cancelar actividades. En Grecia, los cierres temporales de la Acrópolis en pleno verano mostraron cómo el calor extremo afecta a la experiencia cultural.

- Incendios forestales: islas como Rodas, Sicilia o Tenerife sufrieron incendios que obligaron a evacuaciones masivas.

- Escasez de agua: regiones de España han enfrentado restricciones que afectan a la población y a la infraestructura hotelera.

2. Los Alpes y el Turismo de nieve en transformación

El Turismo de montaña vive una transición forzada por el retroceso glaciar y la reducción de nevadas. La temporada de esquí se acorta y el uso de nieve artificial se generaliza, con costes energéticos elevados. Algunas estaciones se reconvierten en destinos de cuatro estaciones, pero otras podrían ser inviables en 2050.

3. Zonas costeras: erosión e inundaciones

El aumento del nivel del mar amenaza playas icónicas en Italia, Portugal o Francia. Venecia combina inundaciones con presión turística. La erosión del litoral obliga a planes costosos de protección. Esto afecta tanto a la experiencia turística como a la inversión hotelera.

4. La respuesta regulatoria de la Unión Europea

La UE ha situado la sostenibilidad en el corazón de su política con el paquete Fit for 55 y el Green Deal. Las aerolíneas estarán sometidas a impuestos al carbono y a combustibles sostenibles, los hoteles a directivas de eficiencia, y se fomenta el ferrocarril frente a vuelos cortos.

5. Adaptación de los destinos: de la teoría a la práctica

Los destinos responden con desestacionalización (Costa del Sol), Turismo interior (Alentejo), certificaciones sostenibles (Suecia), y ciudades resilientes (Ámsterdam, Copenhague). Sin embargo, muchos destinos mediterráneos dependen del 'sol y playa' y requieren más transición.

6. El papel del sector privado

Cadenas como Accor o Meliá invierten en energías renovables y gestión del agua. Las aerolíneas experimentan con combustibles sostenibles, aunque advierten de que el coste se trasladará al consumidor. El Turismo del futuro podría ser más caro, pero más responsable.

7. Perspectiva internacional: ¿qué hacen otros destinos?

Australia reforzó campañas tras incendios. El Caribe diversifica frente a huracanes. Asia limita accesos para proteger ecosistemas. Europa, con regulación y fondos, puede liderar la transición global.

8. Desafíos pendientes

- Financiación insuficiente para pymes.
- Falta de coordinación entre Estados.
- Educación del viajero insuficiente.
- Riesgo de injusticia social si la carga recae en residentes locales.

Conclusión

El Turismo europeo está en la encrucijada del cambio climático. El Mediterráneo sufre olas de calor e incendios, los Alpes retroceden, las costas se erosionan. La UE ofrece un marco, pero la adaptación depende de destinos, empresas y viajeros. El Turismo de masas está en cuestión: debe dar paso a un modelo de calidad, sostenible y resiliente. Europa puede liderar, pero el tiempo apremia.

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