La decisión política sobre cómo será, en el futuro, la gestión del Palacio de Congresos de Santiago está tomada, y Miriam Fernández Louzao, concejala de Cultura e Turismo, confirmó que “a xestión pública é a óptima para nós”.
No obstante, la materialización de esta aseveración no será inmediata, y probablemente no se podrá realizar en el transcurso de este mandato.
Fernández Louzao reconoció que es necesario realizar un “longo proceso administrativo”, que incluye la petición de diversos informes jurídicos y económicos para avalar la decisión de asumir la gestión. «Non podemos tomar unha decisión sen máis, ten que estar perfectamente avalada», señaló la teniente de alcaldesa.
Cuando el ejecutivo disponga de los informes comunicará la resolución definitiva, y se iniciarán los trámites para asumir el control del Palacio de Congresos siempre que, insistió la edil, los informes sean favorables. Fernández Louzao indicó que, aunque la opinión del equipo de Gobierno es claramente a favor de una gestión pública, serán los informes los que «determinen a viabilidade» de esa decisión.
En todo caso, el primer paso será pedir al Consorcio de Santiago, propietario del edificio, la cesión de uso del Palacio de Congresos y esta cesión no será tampoco un trámite rápido, ya que requiere el visto bueno de las tres administraciones (Estado, Xunta y Concello) que integran el Consorcio de la ciudad.
Solo entonces el Ayuntamiento podrá asumir la gestión como ya ocurrió con el Multiusos de Sar, también propiedad del Consorcio, cedido al Concello de Santiago desde hace años y gestionado por la sociedad mixta Xade.
Desde el Concello descartan, casi con total seguridad, que puedan municipalizar la gestión en este mandato
Pese a que las autoridades locales tienen clara su postura, la concejala de Turismo asumió que el largo proceso impedirá que se materialice antes de octubre, cuando deberá contarse ya con un nuevo gestor. Por ello, el Consorcio sigue adelante con los trámites para sacar la licitación de la gestión privada del Palacio de Congresos, según confirmó la gerente del organismo interadministrativo, Belén Hernández, ya que “nós temos que facer os deberes para ter a seguridade de que hai unha nova concesión o 1 de octubre”. El inicio del proceso de licitación “non se vai demorar”, y entonces se conocerán todos los detalles, incluido el período de la nueva concesión. “Nós temos que facer o noso, non podemos demorar o proceso”, insistió la gerente.
La concejala de Turismo dijo que, en el caso de que el Concello obtenga la cesión del edificio durante el período de la futura gestión privada, la única diferencia para la nueva empresa será que dejará de depender del Consorcio, para pasar a estar bajo la tutela del Concello durante el período de vigencia del contrato.
Desde el Concello descartan, casi con total seguridad, que puedan municipalizar la gestión en este mandato; y que, con todo resuelto, la decisión dependerá de quién gobierne cuando finalice la futura concesión. “Nós temos que facer os trámites, porque cremos que a pública é unha xestión óptima”, dijo Louzao.
A la espera de que se conozcan los detalles del pliego de condiciones, que depende del Consorcio de Santiago, la concejala apuntó que resulta indispensable poner unas condiciones “moi atractivas”, porque “non se pode correr o risco de que quede deserto”, ya que a partir de octubre está prevista la celebración de congresos en el Palacio.
Una de las cuestiones que parecen claras es que la nueva concesión, según apuntó la concejala, tendrá que llevar ligadas inversiones en el edificio, y por tanto, el plazo de vigencia del contrato no puede ser corto, ya que deberá ser por un período suficiente para que sea un contrato viable y rentable para la iniciativa privada.
Las obras en la cubierta del Palacio de Congreso comenzarán en enero, y con toda probabilidad después de las fiestas navideñas, cuando terminan las vacaciones en el sector de la construcción.
Los trabajos se prolongarán durante nueve meses, es decir, que en septiembre deberán estar terminados, con el fin de garantizar que pueda celebrarse un congreso ya cerrado para la primera semana de octubre.
Tras dos intentos de adjudicación de las obras, el Consorcio adjudicó directamente la obra a Tragsa, por 2,7 millones de euros. El presupuesto final de los trabajos supuso un incremento del 10% con respecto al inicial.
La gerente del Consorcio indicó que, aunque no se cuenta con proyecto ni licencia, es probable que se puedan realizar otras obras menores en el interior del Palacio, pero insistió en que la prioridad es la cubierta del edificio.
Belén Hernández indicó que las obras en el interior se ejecutarán siempre que no afecten al desarrollo del cambio de la cubierta, y apuntó que quizás puedan hacerse en verano, cuando la actividad será menor.