La portavoz del Gobierno autonómico, Joana Barceló, ha declarado que el Ejecutivo "no renuncia" a incorporarse a este proyecto del Ministerio de Turismo y ha confiado en que se resuelvan las dificultades que se presentan para su incorporación ya que la semana pasada la Consejería de Turismo rechazó su participación en el programa porque se circunscribía sólo a Mallorca y a mercados tradicionales como el alemán o el británico.
Por el momento la entrada de la comunidad balear en el programa de Turismo Senior Europa ha quedado suspendida y se llevará a cabo cuando la iniciativa se amplíe a todo el archipiélago y se dirija a otros destinos emergentes como Polonia.
En este sentido, Barceló ha asegurado que están manteniendo contactos con los representantes del Sector para "desbloquear los problemas" y que la Comunidad autónoma "sea reconocida como un destino turístico en temporada baja" ya que así se podrá alargar la temporada y generar un mayor gasto por parte de los visitantes.
Esta iniciativa fue presentada la semana pasada en Palma de Mallorca por el presidente de la Asociación de Cadenas Hoteleras, Aurelio Vázquez, el director general de Turespaña, Antonio Bernabé y el presidente de la Sociedad Estatal para la Gestión de la Innovación y las Tecnologías Turísticas (SEGITTUR), Javier Bustamante, que explicó que ante "el grave problema" de la estacionalidad en el Sector y principalmente en el vacacional, hay 102 millones de personas entre 55 y 75 años que podrían ayudar a solucionar esta situación y de las cuales un 50% nunca ha viajado fuera de su país.
Nuevos mercados emisores
Bustamante señaló también que países como Hungría, Polonia o la República Checa podrían ser nuevos mercados emisores de Turismo en invierno durante la temporada baja y anunció que el año próximo viajarán a las Islas Baleares, Torremolinos, Benalmádena y la Costa de la Luz 96.000 nuevos viajeros "para descubrir España en invierno".
El programa de Turismo Senior Europa está impulsado por el Ministerio de Turismo y en un principio está previsto que se aplique de forma pionera en este archipiélago —al que se calcula que puedan llegar 48.000 jubilados europeos— y en Andalucía.