El nuevo diseño realizado por Carmen Montoro de Triggo Decoración se inspira en la época original del edificio, a principios del siglo XX, cuando en la ciudad se vivía el auge de la exposición universal y el entonces hotel era frecuentado por los principales artistas e intelectuales. Los tonos neutros, las majestuosas lámparas y el gran diván del lobby en la entrada, transportan al visitante a esta época de máximo esplendor, en la que todas estas personalidades paseaban por sus estancias.
Ha diseñado espacios que inviten a los vecinos y locales a que entren en el establecimiento y disfruten de su Bar Lounge
El estudio de interiorismo también ha querido crear una conexión más directa del hotel con la vida de la ciudad, en línea con la propuesta de la cadena de vivir el destino desde el interior del propio establecimiento. Para ello ha diseñado espacios que inviten a los vecinos y locales a que entren en el establecimiento y disfruten de su Bar Lounge. Para lograrlo han aprovechado los grandes ventanales de la fachada con el objetivo de establecer una conexión visual con la ciudad, de fuera hacia dentro y viceversa. Han diseñado además en la planta baja un espacio más abierto, pero con zonas fácilmente identificables, dando luz y claridad al interior, y eliminando barreras visuales y espaciales otorgando protagonismo a la barra del Bar Lounge. Tonos verdes y dorados se mezclan en un entorno claro y luminoso, creando espacios frescos y elegantes. En definitiva, se transforma el espacio haciéndolo más atractivo y acogedor.
A través de textos históricos se sabe de otros usos que ha tenido el edificio a través del tiempo. Su sótano ha sido utilizado como la imprenta propia de la Delegación del Sindicato de Agua, Gas y Electricidad, durante el período siguiente a la República, y como "Casa de La Cultura", en su primera etapa, las instalaciones de imprenta del sótano daban servicio a las iniciativas editoriales de los alojados Sin duda, un establecimiento con mucha historia que hoy en día, se ubica en un edificio completamente rehabilitado, en el que se mantiene su fachada de estilo tradicional, similar a la de la mayor parte de los palacetes del centro de Valencia.
Vincci Palace 4* se erige en cinco plantas con 76 habitaciones dobles, algunas de ellas con terraza, que disponen de todas las comodidades propias de la cadena. En su interior, el día comienza con un energético desayuno que cuenta con una opción apta para celíacos. Su solárium y terraza permiten poder relajarse mientras se disfruta de un cóctel y de las mejores vistas del skyline valenciano.