Ubicado en un edificio que data de 1945, junto a la plaza de Francesc Macià, una de las principales áreas comerciales de la Ciudad Condal, Vincci Mae se transforma en su interior con un diseño firmado por el interiorista Jaime Beriestain, quien ha reinterpretado los códigos tradiciones de un hotel para dotar al establecimiento de sofisticación con una decoración urbana y moderna que pretende sorprender en cada estancia.
La cadena Vincci Hoteles se inspiró en Mae West para crear uno de sus hoteles más singulares, Vincci Mae (Barcelona), donde el arte y la creatividad recorren todos sus pasillos y estancias para ofrecer a sus huéspedes una visita diferente a la Ciudad Condal. Con el fin de reafirmar este compromiso, el hotel inaugura la exposición Art Brut, un homenaje a este movimiento artístico concebido por el célebre Jean Dubuffet para describir el arte creado fuera de los límites de la cultura oficial, de manos del artista Maxó Rennella. Para acercar esta exposición al público, Vincci Hoteles organizará exclusivas visitas guiadas los últimos jueves de cada mes, comenzando el próximo 29 de noviembre.
Renella: “no me interesaba plasmar Barcelona tal y como la ven los demás, es decir, quería enseñar la Barcelona que yo veo”
Renella, argentino afincado en Barcelona desde hace más de 10 años, interpreta dos estilos propios de la cultura estadounidense como es el expresionismo abstracto y el graffiti para sus lienzos expuestos en Vincci Mae. “Del expresionismo abstracto me inspiré en Franz Kline, por sus trazos gestuales; por otro lado, a Jackson Pollock lo tengo muy presente sobre todo en sus primeros trabajos como Number 7. Pero uno de los artistas que más admiro de la cultura americana y al que he intentado seguirle los pasos es a Jean-Michel Baquiat. Con todo este conjunto de artistas americanos, ya muy cercanos a la estética moderna europea quería expresar por un lado la globalidad a la que ha llegado el arte y por otro como esta globalidad que nos une como sujeto nos hace expresar, a los demás, algo diferente”, explica Maxó Rennella.
La exposición está compuesta por un total de 16 cuadros que abordan distintos temas con un trasfondo social. Así, las pinturas cuentan distintas historias y exponen sentimientos muy presentes en nuestra sociedad que van desde la envidia o la venganza, al análisis de verdades impuestas que nosotros aceptamos como verdad absoluta, o la desigualdad de clases. También hay un particular guiño a Barcelona, muy especial para el artista, con un cuadro en el que le hace su particular homenaje plasmando la ciudad tal y como él la percibe: “Es un cuadro en el que sólo tiene dos elementos característicos de Barcelona como es la Sagrada Familia y la Torre Agbar, únicamente puse estos dos porque en realidad no me interesaba plasmar Barcelona tal y como la ven los demás, es decir, quería enseñar la Barcelona que yo veo, mi Barcelona”.