Entre los factores más importantes está la iluminación. Los índices de luz pueden producir una enorme influencia sobre nuestra salud física y mental. Según diversos estudios, una iluminación irregular perjudica el ritmo cardíaco, sobre todo, por la noche.
La altura del techo también puede influir en la salud física y mental de una persona. Los techos altos accionan la sección derecha del cerebro, la cual se vincula al pensamiento abstracto. En cambio, las habitaciones con el techo bajo lo hacen con la parte izquierda del cerebro, que tiene que ver con la capacidad de concentración.
Por último, la colocación de papeleras, revisteros y otros clasificadores ayudan a evitar el desorden y disminuyen el estrés. Del mismo modo, disponer de macetas y cuadros de paisajes mejoran el bienestar de las personas.