En la presentación de ‘Madrid como primer destino europeo con filosofía Web 2.0’, el director de marketing del ITH, Jaume Pons, afirmó que los hoteles "son el reflejo de una gran parte de la sociedad que está evolucionando hacia la utilización de Internet como una plataforma para compartir e interactuar en un entorno definido como Web 2.0".
Mediante esta herramienta de marketing social, los internautas tienen la posibilidad de opinar y evaluar los productos y servicios que prestan las empresas y éstas a su vez disponen de una información estratégica con datos estadísticos sobre los gustos y preferencias de los turistas durante todo el proceso del viaje, lo que supondrá un gran beneficio para el Sector hotelero y la Administración ya que podrán fidelizar a los visitantes ofreciéndoles productos y servicios ajustados a sus necesidades.
La iniciativa de este organismo supone un proyecto pionero e innovador con el que se crea un espacio para que visitantes y ciudadanos de Madrid compartan sus experiencias y vivencias a través de instrumentos como un planificador de rutas, blogs, comunidades de viajeros o un espacio personal.
De esta forma, el viajero puede planificar su viaje no sólo con la información turística oficial sino que además se sirve de las valoraciones y opiniones de otros usuarios con gustos afines.
La importancia del concepto Travel 2.0
La relación entre la empresa y el cliente está cambiando debido a que la información que puede determinar la elección de un destino o de un hotel está cada vez más controlada por el viajero, el cual dispone de herramientas para conocer las experiencias de otros usuarios y saber de primera mano si la información publicada es auténtica.
Por ello, desde hace aproximadamente un año el Instituto Tecnológico Hotelero ha comenzado a incluir en todos los foros y ponencias que organiza el concepto Travel 2.0 para que las empresas del Sector conozcan los últimos avances en tecnología e innovación que pueden revolucionar el mercado turístico.
La irrupción de Internet en los hoteles ha sido definitiva para las empresas, y las páginas web puramente informativas han quedado obsoletas dando paso a plataformas interactivas donde el contenido depende de los usuarios.